A menudo es difícil identificar el valor que representan en nuestra vida laboral las adversidades que se cruzan por nuestro camino pues, estando inmersos en situaciones así, surge cierta incertidumbre que propicia resistencia y una falta de objetividad que provoca impotencia y desesperación.
Pasa con alguna frecuencia en sesiones de MAC que mis clientes comparten las dificultades experimentadas en su trayectoria laboral, situaciones que MAC aborda desde un punto de vista ontológico y que aprovecha también para promover el crecimiento a través del reconocimiento del aprendizaje que deja cualquier problemática enfrentada.
Cabe mencionar que es el camino andado (con lo que a nuestro juicio percibimos como positivo y negativo), lo que nos da el conocimiento y crecimiento para enfrentar nuevos retos. Es así como se adquiere el entrenamiento necesario para tomar distancia de tal o cual circunstancia y desde una nueva perspectiva nos permite resolver de una manera asertiva.
Con MAC somos enfáticos en enseñar y practicar lo que hoy se conoce como mindfulness que se traduce como estar atentos a lo que pasa y así actuar en consecuencia de manera activa y responsable. Esta práctica de atención nos permite, por un lado, entender la causalidad de los sucesos y el efecto que producen en nosotros, y por el otro el sentido que tiene en nuestra vida la sincronicidad de lo ocurrido.
Cuando uno entiende que el crecimiento y desarrollo profesional van de la mano de retos y dificultades, la preparación es distinta. Estamos atentos a los cambios, actitudes, entorno, mensajes, etcétera. Dejamos de ser espectadores y, sobre todo, víctimas de nuestras propias circunstancias para volvernos protagonistas dispuestos a enfrentar las dificultades de manera que la situación nos haga crecer y aprender.
Mi recomendación suele dirigirse a lo valioso en que puede convertirse una dificultad, una vez que hemos quitado el estigma de difícil o desagradable y aprendemos a crecer con todo lo que se nos ponga en frente. Es esta sabiduría la que nos da experiencia y un juicio distinto de las cosas. Claro que también podemos tomar la opción de quedarnos en la zona segura donde nada pasa; pero entonces que no nos sorprenda el crecimiento de aquellos que siguen intentando.