Hace ya más de 6 meses que comenzó lo que podríamos llamar “un gran experimento de trabajo remoto” para muchas empresas de servicios y para algunas manufactureras en sus áreas de soporte. El resultado a estas alturas relacionado con la productividad y la continuidad del negocio parece ser bastante positivo, pese a las dificultades naturales como encontrar un lugar adecuado en casa para trabajar o aún más complicado, para sostener videoconferencias o conferencias, o la deficiencia en los enlaces a internet. Sin embargo, la urgencia de los directores y gerentes por “conectar” al mayor número de empleados y colaboradores posible puede estar dejando de lado un aspecto muy importante que puede vulnerar la integridad de una compañía.
Este aspecto es la seguridad de la información que, si bien está estrechamente relacionada con la seguridad de los sistemas informáticos y redes de comunicación, en realidad incluye varias áreas en las que hacer una buena gestión es necesario, entre las que podemos destacar: 1) disponibilidad, 2) integridad y 3) confidencialidad. Algunas preguntas que sobre esto podemos hacernos son, por ejemplo, ¿cuántos de los colaboradores que hoy se conectan al correo electrónico corporativo lo hacen desde computadoras o dispositivos móviles personales?, ¿hemos definido reglas claras respecto al tratamiento que se debe dar a los documentos descargados?, ¿hay políticas establecidas sobre la sensibilidad de los documentos, tanto propios como con información de clientes?, ¿se ha hecho una evaluación del riesgo que implica permitir que equipos no protegidos por sistemas de seguridad corporativos ingresen a la red de la compañía?
Sin lugar a duda la posibilidad de trabajar remotamente ha demostrado ser una alternativa real que más adelante, una vez superada esta “etapa experimental”, podrá traer a las compañías beneficios al reducir los costos fijos asociados a una operación en oficina tradicional. También habrá un impacto positivo y mayor productividad de colaboradores que no tendrán que pasar horas en medio del tránsito de la ciudad.
En cualquier caso, implementar adecuadamente la nueva forma de trabajo, con una valoración precisa de las herramientas y los riesgos, será vital para garantizar que los activos e intereses de las compañías estén protegidos y seguros. Una buena oportunidad para considerar los beneficios de implementar un sistema de gestión de la seguridad de la información.
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