Si ambicionas dejar de decir que vas a hacer y estás dispuesto a actuar, si renuncias a prometer y estás listo para mostrar de lo que eres capaz, este mensaje es para ti.
Dentro del inusual y trepidante momento que vivimos sabemos que todos los paradigmas y estereotipos se han roto. Nuestra forma de vivir y trabajar es ahora distinta. Lo llamo inusual porque un evento inesperado alteró nuestra cotidianeidad, nos cambió la rutina que lideraba y dominaba nuestros días, uno tras otro. Lo adjetivo también como trepidante porque de la misma manera que un sismo agita nuestras estructuras, cimbró el suelo que pisamos y que creíamos inamovible.
Lo que considerábamos sólido, estable, duradero, familiar y cercano hoy parece frágil, inverosímil, lejano e indescifrable. Pensar que haya alguien que tenga certeza de cómo se desenvolverán los siguientes meses, por no decir incluso los días o las horas, me resulta poco probable. Hemos visto las reacciones de los gobernantes, de las organizaciones y de los individuos y nos damos cuenta de que reaccionamos como si tocáramos de oído, esperáramos a ver qué pasa si, respondiéramos con base en ensayo y error, etcétera. Actuamos con pánico y en unas cuantas horas terminamos con el papel de baño de los supermercados, despedimos a los empleados, cerramos las empresas, otros las dejamos abiertas, otros no creímos que esto fuera real.
Este recuento nos sirve para reflexionar que hay una serie de acontecimientos que van a tomarnos siempre por sorpresa, un terremoto, un tsunami, el estallido de un volcán, ahora una pandemia. En los ejemplos anteriores podemos ver nuestras reacciones solidarias, salimos prestos para ayudar, a salvar vidas, pero ahora que todos estamos expuestos, la recomendación más acertada es quedarse dentro.
Este lugar, “dentro”, no puede ser etiquetado o generalizado. Se vive de forma distinta según nuestros recursos y circunstancias; también de acuerdo con la perspectiva que tenemos de la vida. De la misma manera y con el afán de reinventarnos, nuestros modelos de mejora continua, aprendizaje, hoy son personalizados, así que desde “dentro” podemos iniciar un nuevo camino que nos permita ser asertivos ante las sorpresas que la vida nos depara.
En un post reciente comenté que la magia está dentro de uno; así lo creo. Pero no debemos olvidar que la magia es el motor; el que conduce es uno mismo. Incluso Harry Potter tuvo que ir a la escuela. Utilizar este personaje de ficción, me parece oportuno porque pienso que así es como finalmente crecemos: aprendiendo, haciendo. ¿Cuántas veces oímos “para saber mandar hay que saber hacer”? Si no sé aprendo, dejo de decir que voy a hacer y lo hago. Así podemos asegurar que el resultado será positivo. De aquí se desprende ahora nuestra propuesta: la inversión en necesidades específicas e individuales. A través de Genera, construir ese puente entre decir y hacer es una realidad. Una alternativa de aprendizaje fácil, adaptable y con programas dirigidos a obtener resultados concretos. Como consultores buscamos que nuestras propuestas sean de utilidad y construyan transformaciones en las personas y en los modelos de negocio. Genera ha sido creado para darle continuidad al aprendizaje y evolución de los profesionales a través de cursos especializados dirigidos en la modalidad de uno a uno. No aprendes solo, te acompañamos.
Dejemos ir los viejos modos, vaciémonos de escollos que nos paralizan y hagamos espacio para lo nuevo, lo diferente. Lo mejor está por venir.
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